jueves, 26 de septiembre de 2013

Para el debate sobre el Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación de Regalías.


Aprovechando el articulo del profesor Moisés Wasserman sobre el Fondo de Ciencia Tecnología e Innovación (CT+i) en el Sistema General de Regalías (SGR) en la columna de El Tiempo el domingo 1 de Sept; es importante aportar elementos al debate, no solamente reafirmando los puntos que menciona el profesor, sino también con algunos aspectos positivos y otros negativos adicionales del sistema, dado que aún falta por asignar más del 70% de las vigencias por regalías (años 2015 a 2020, con más de 5 billones COP en recursos). Para ello, daré mi visión personal sobre el papel que los actores involucrados están desempeñando en el Sistema y cómo están funcionado las interacciones entre ellos en la práctica:

El sistema diseñado, dejó en cabeza del Departamento Nacional de Planeación (DNP) los recursos para Ciencia y Tecnología de las Regalías y mientras esta entidad tuvo un director sensible al tema de innovación, la reglamentación fluyó en tiempos aceptables. Pero con los cambios en la dirección general, la reglamentación para el fondo de CT+i ha perdido prioridad. Dejar en cabeza del DNP y no de Colciencias el fondo de CT+i puede ser la explicación para que a la fecha ningún proyecto del Fondo de Ciencia y Tecnología haya iniciado ejecución. (Llama la atención esta decisión de dejar como Rector el DNP, si la ley 1286 de 2009 establece que Colciencias es el Organismo principal de la administración pública, rector del sector y del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación).

Otro resultado de dejar en cabeza del DNP el Fondo de Ciencia y Tecnología, es que los proyectos deben ser presentados bajo la Metodología General Ajustada (MGA), que se utiliza para proyectos de infraestructura, pero cuya lógica y presentación, dificultan la formulación y entendimiento de proyectos de Ciencia y Tecnología. Esta situación se ha venido superando mediante el anexo de documentos de proyecto para explicar lo formulado en la MGA, pero significa doble trabajo para los investigadores y formuladores.

El papel de Colciencias por su parte, quedó relegado a la secretaría Técnica del Órgano Colegiado de Administración y Decisión (OCAD), pero en la práctica es un filtro previo, puesto que por medio de los paneles evaluadores de especialistas sectoriales (en su mayoría académicos),  se realiza la evaluación y clasificación de los proyectos que son llevados al OCAD. Estos paneles disminuyen el riesgo de uso inadecuado de los recursos exigiendo mínimos de calidad de los proyectos.

Pasando al plano de administración departamental y teniendo en cuenta que los recursos del Sistema General de Regalías son de los departamentos, quienes en cabeza de los gobernadores, recibieron el reto de asignar estos cuantiosos recursos, con requisitos exigentes para su aprobación y sin el equipo e institucionalidad adecuada para hacerlo, a excepción de la Gobernación de Cundinamarca, que creó una Secretaría de Ciencia y Tecnología, y en Medellín donde el proceso de priorización de proyectos es realizado por Ruta N. Lo positivo de esta regionalización de los recursos, es que en muchos departamentos donde era desconocido el tema de Ciencia y Tecnología, se han hecho visibles oportunidades para solucionar problemas de territorio con el uso del conocimiento. Para las próximas elecciones a gobernaciones, los aspirantes deberán hacer propuestas en temas de Ciencia y Tecnología, que además deberían estar alineados con políticas nacionales y con los planes de competitividad y de Ciencia y Tecnología, reconociendo y enfocándose en problemáticas regionales, que demanden investigación y procesos rigurosos para la generación de conocimiento y por tanto sostenibilidad en el mediano y largo plazo. Estos planes vendrán acompañados de institucionalidad especializada en CT+i, como pasó con las secretarías de TIC a partir de las oportunidades de financiación de proyectos por parte del MinTIC. En este sentido, queda el reto de establecer la vinculación y el papel de las Universidades para la formulación de estas propuestas de política regional.

Otra particularidad del fondo de CT+i del SGR y el papel de las gobernaciones, es que las secretarias de planeación son quienes dan el aval para enviar los proyectos a Colciencias como secretaría técnica del OCAD, y en la práctica, es la dependencia que está definiendo los proyectos priorizados por el departamento. Queda la pregunta sobre el rol que deben cumplir en la definición de estos proyectos las secretarías de desarrollo económico y competitividad.

Las Universidades, como el principal actor histórico en el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología en el país, han sido quienes han propuesto buena parte de los proyectos a las gobernaciones y serán también quienes ejecuten la mayoría de los proyectos aprobados a la fecha.  

Un  aspecto positivo es que las grandes universidades, ubicadas en las ciudades principales han tenido el incentivo de fortalecer su presencia en las regiones, con el ánimo de reconocer las problemáticas locales, fortalecer actores aliados de la región y acceder a recursos para investigación. Un aspecto negativo que se han encontrado las Universidades, es una barrera invisible para la financiación de proyectos de ciencia básica, puesto que el sistema incentiva inversiones en tiempos de gobierno departamental (máximo cuatro años) y no inversiones de largo plazo que van en contravía con intereses y dinámicas de tipo político.

El papel del sector empresarial ha sido mínimo, puesto que los tiempos del sistema no corresponden con los tiempos del mercado. Un claro ejemplo de ello es que los proyectos aprobados del 20 de diciembre de 2012, iniciaron su proceso de discusión en octubre de 2011, es decir, casi un año y medio para su aprobación. Estos tiempos han venido mejorando, durante el 2013, pero aun es difícil persuadir a las empresas a que se interesen en el sistema y que realmente se hable de procesos Universidad-Empresa-Estado.

Mirando el conjunto de actores y las dinámicas que se han dado en la práctica, tal vez el mayor valor que ha generado el sistema es la articulación de actores Universidad, Estado, CDTs y entidades de apoyo al desarrollo regional y empresarial. La reactivación de los Comités Departamentales de Ciencia, Tecnología e Innovación (CODECTI) en algunos departamentos ha fomentado la exposición y defensa de los proyectos propuestos, que han generado externalidades positivas como la unión de proyectos afines, las alianzas entre actores y una mayor discusión sobre las prioridades del Departamento. Así mismo, estos CODECTI de cierta manera, sustituyen las debilidades de falta de institucionalidad y talento humano capacitado en CT+i para la priorización de proyectos en las gobernaciones, además de darle legitimidad al proceso. En el caso de Bogotá y Cundinamarca, el avance en articulación que se generó a partir del proceso de priorización de proyectos de Regalías ha sido evidente.

Con respecto al posicionamiento o priorización de los proyectos por parte de los investigadores en las gobernaciones, es cierto que hay que dar una discusión entre los actores Universidad-Gobernación, que debe ser técnica-política y donde se realice la identificación de problemas en los Planes de Desarrollo (PDD), de competitividad, y de ciencia y Tecnología; cuya solución se lleve a cabo por medio de proyectos de CT+i que ayuden a cumplir las metas de estos planes. En la práctica, tiene las dificultades que el poder de decisión sobre qué proyectos pasar a Colciencias es mayor por parte de la gobernación que de la universidad, así mismo, los planes de competitividad y de CT+i Departamentales, que tienen una mirada de más largo plazo, son tenidos en cuenta en menor proporción en comparación con el Plan de Desarrollo Departamental, y al concentrarse el proceso en el desarrollo endógeno departamental y dadas las diferencias ideológicas y políticas entre los gobernadores, son excepciones las conexiones interdepartamentales y miradas nacionales.

Por otro lado, el sistema ha incentivado la aparición de gestores de innovación o como los llama el profesor Wasserman: Lobbistas. Estos actores aparecen porque que los lenguajes utilizados por los investigadores, las gobernaciones y las empresas son distintos, dado que los intereses también lo son. Estos gestores se ponen en medio de los tres actores Universidad-Empresa-Estado, para intentar satisfacer las necesidades e intereses de cada uno y que se vean reflejados en el proyecto. Esta función de articulación es compleja y valiosa, puesto que se necesita tener experiencia de trabajo y sensibilidad con los tres actores para su entendimiento individual y posterior articulación. Adicionalmente, el reto no sólo consiste en formular proyectos, sino que los actores ejecutores se sientan apropiados e identificados para el correcto desarrollo del mismo.

En conclusión, hay temas de fondo del sistema que deben ser susceptibles de debate, revisión y mejora, tales como el papel de Colciencias en el sistema como ente Rector, la creación de institucionalidad regional en las gobernaciones para que éstos procesos sean de mediano y largo plazo, el fortalecimiento del poder de decisión de las universidades para la priorización de proyectos en las gobernaciones, la integración de los aportes del sector privado (que debe ser la evolución del sistema) y la apropiación de manera decidida por el fortalecimiento de la cultura de innovación para un mejor dialogo entre los actores, que se vea reflejado cada vez en mejores proyectos. También es importante rescatar y visibilizar las dinámicas positivas generadas en las regiones para potenciarlas y replicarlas donde aún no se dan. La oportunidad que tiene Colombia con estos recursos no puede ser desaprovechada, y eso es responsabilidad de todas y todos.

Mauricio Tovar Gutiérrez

@maurotov