lunes, 1 de mayo de 2017

La cuarta revolución industrial y el empleo.

¿Sabía usted que Bill Gates está proponiendo que los robots paguen los impuestos de los empleados que reemplazarán?, ¿Sabía que hay varias pruebas piloto a nivel mundial para que las personas reciban dinero mensualmente sin el compromiso de realizar una actividad laboral? ¿Cómo debemos prepararnos para aprovechar las oportunidades de la Cuarta Revolución Industrial y mitigar sus posibles riesgos en el empleo?

Foto tomada de http://cde.peru21.pe/ima/0/0/4/1/6/416354.png
Si usted realiza en su trabajo actividades repetitivas, hay una alta probabilidad que sea reemplazado por un robot o alguna de las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial como la inteligencia artificial, la robótica, el big data, el internet de las cosas, la biotecnología, la nanotecnología, entre otras. Muestra de esto, es un informe de la administración de Estados Unidos que expone cómo los vehículos autónomos podrían reemplazar entre 2,2 y 3,1 millones de empleos existentes solo en ese país.[1]

Aunque parezca un fenómeno del siglo XXI, esta es una situación que la humanidad siempre ha experimentado con el surgimiento de tecnologías que han determinado el cambio de nuestras ocupaciones[2]. El uso de herramientas para cazar, la rueda, la máquina de vapor, la electricidad, la mecanización, los computadores, el internet, entre otros, han destruido y transformado el trabajo, obligándonos a adaptarnos y a aprender nuevas habilidades que nos permitan desempeñar actividades diferentes, muchas de ellas relacionadas con las nuevas tecnologías. A pesar de estas transiciones, la tasa de desempleo mundial en la actualidad se encuentra por debajo del 6%[3].

Los entusiastas sobre la Cuarta Revolución Industrial creen que como en las revoluciones anteriores, el empleo se transformará hacia nuevas actividades y se tendrán grandes incrementos en productividad, que el uso de estas tecnologías tiene el potencial de acabar con grandes problemas mundiales como el hambre, el cambio climático y la cura de enfermedades como el cáncer. Pero también hay temor de quienes hablan de una gran cantidad de trabajos reemplazados por las máquinas que no podrán ser transformados por la velocidad de esta revolución, así mismo, hablan de los riesgos de una ampliación de la brecha entre ricos y pobres. En lo que sí coinciden todos, es que las tecnologías ya vienen siendo adoptadas, y que los efectos que se están viviendo en el mundo tendrán implicaciones en la Industria, en nuestras vidas y en el empleo de nuestros familiares y amigos.

Silicon Valley es consciente de los riesgos, y previendo una gran cantidad de destrucción de empleos por parte de las tecnologías, Bill Gates propone que si un robot reemplaza el trabajo de un humano, debe seguir pagando los impuestos que el humano pagaba para no desfinanciar los sistemas tributarios. ¿Qué tal si se amplía esta propuesta para el pago de seguridad social?[4]


Así mismo, entidades de Silicon Valley, como la aceleradora Y-Combinator y GiveDirectly se encuentran realizando pilotos en ciudades como Oakland[5] y pueblos en Kenia[6] respectivamente, donde se está probando cómo funcionaría una sociedad donde los habitantes recibirán mensualmente una renta mínima básica sin ninguna contraprestación laboral. Algunos países como Finlandia[7] y Canadá[8] también se encuentran haciendo estos pilotos que les permitan tener información de casos reales para toma de decisiones futuras sobre la llamada renta básica universal.

Desde mi punto de vista, soy optimista de los beneficios que traerá en nuestra calidad de vida la implementación de estas tecnologías. También creo que los empleos se transformarán y si se destruyeran, habrá oportunidades que dependerán de cómo se jueguen las cartas. Por ejemplo, si se destruyera la mitad del empleo y en vez de trabajar 40 horas a la semana, lo hiciéramos por 20 horas, habría trabajo para todos con el beneficio de tener más tiempo libre. El pago de las 20 horas restantes, de parte de los impuestos y de la seguridad social, se podría hacer con tributos que capturen parte de las ganancias de productividad que generan los robots y las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial.

Ahora, si queremos sacar provecho de esta revolución y no ser espectadores como en las tres revoluciones anteriores, debemos formarnos para las habilidades que se demandarán en el futuro, como son las habilidades digitales que nos permitan trabajar de manera hombre-máquina con estas tecnologías y las habilidades que nos hacen más humanos y que difícilmente serán reemplazados por máquinas o tecnologías, entre ellas, la creatividad, la empatía, el trabajo en equipo, la negociación, la resolución de conflictos, el pensamiento crítico, entre otros.

También debemos involucrar a nuestros empresarios, al sector público y las universidades, para que se fomente la adopción de estas tecnologías y se genere conocimiento a través de la investigación, para su aplicación en procesos productivos y en la generación de nuevos productos y servicios innovadores.

Estamos a tiempo de tomar las decisiones adecuadas para aprovechar los beneficios que traerá la Cuarta Revolución Industrial. Como lo plantea Darwin, quienes se adapten al entorno evolucionarán, quienes no, desaparecerán.



[1] http://www.technologyreview.es/negocios/53189/el-ritmo-implacable-de-la-automatizacion-y-el/
[2]http://money.cnn.com/video/news/economy/2016/09/01/technology-replacing-jobs-working-nation.cnnmoney/index.html
[3] http://data.worldbank.org/indicator/SL.UEM.TOTL.ZS
[4] http://www.bbc.com/mundo/noticias-39032015
[5] https://futurism.com/images/universal-basic-income-answer-automation/
[6] https://www.nytimes.com/2017/02/23/magazine/universal-income-global-inequality.html?_r=0
[7] http://www.independent.co.uk/news/world/europe/finland-universal-basic-income-pilot-ubi-560-euros-a-month-helsinki-poverty-unemployment-a7506696.html
[8] https://www.theguardian.com/world/2016/oct/28/universal-basic-income-ontario-poverty-pilot-project-canada

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